La primera escena transcurre en un bar, donde un profesor con 4 de sus alumnos, que llevan el uniforme del colegio, habla con Don Hilario, el señor más rico del pueblo, para tratar de convencerle de que done dinero a la escuela.
Uno de los alumnos interrumpe al profesor y le dice al ricachón que necesitan el dinero para poder aprender mejor. Todo el material que tienen es muy viejo y tienen la mayoría de las sillas rotas. Además, no tienen columpios ni juguetes para los recreos.
Posteriormente, podemos ver al profesor con el jefe de la Guardia Civil, el tío del ricachón y el cura del pueblo. El Guardia Civil está muy enfadado porque han ido a pedir dinero a su primo. Según él no lo necesitan. Esos niños, asegura, están todo el día vagueando por las calles sin hacer nada y sus padres ni se preocupan por su educación.
El tío del ricachón, Don Adolfo, está de acuerdo, pero no cree que sea para tanto. Según él, sólo son unos niños con un uniforme ridículo a los que no se les debe de hacer caso.
Finalmente, el cura, afirma que si habría que dar dinero a alguien sería a la iglesia, que es la casa de todos y necesita muchas reformas, echando en cara a todos su falta de asistencia a la misma.
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